La estrecha relación entre cine y política se vislumbra desde los orígenes mismos de la industria cinematográfica con proyecciones como El Affaire Dreyfus, dirigida por George Méliès en 1899. La aparición en Francia de la que será, según la prensa especializada, la primera película política tendrá su correlato en los comienzos de Hollywood con largometrajes como El Nacimiento de una Nación, dirigida por D.W. Griffith en 1915. En la Unión Soviética, por señalar otro ejemplo de este fecundo recorrido, Stalin le encargará a Serguei Eisenstein la realización de El acorazado Potemkin en 1925.
Esa vinculación primigenia entre cine y política que irá cruzando fronteras y permeando regímenes políticos sin distinción será el sello de una larga convivencia y confluencia de más de un siglo en el que expresión artística y contenidos políticos danzarán a dúo con diferentes manifestaciones y expresiones. Es el fenómeno que en palabras del director franco-griego Costa Gavras debe entenderse a partir de la premisa según la cual “todo el cine es político”.
En esa fructífera andadura que se dan cita cine y política debe anotarse como paradoja el desinterés y la toma de distancia de la ciencia política con el cine. Es probable que el sitial dominante que logra ocupar paulatinamente ese cine de entretenimiento que prioriza el afán de lucro a expensas de propuestas con contenido más artístico, con una ciencia política que tiene un desarrollo algo tardío con relación al cine como industria audiovisual, explique ese rezago.
La obra La política va al cine, publicada en 2014 por la Universidad del Pacífico, es acaso un intento en el que por primera vez un grupo de académicos de diferentes nacionalidades, que se dedican a tiempo completo a la ciencia política y que comparten su devoción por el cine, se abocan en conjunto a desmenuzar películas y directores. El resultado de este acercamiento entre mundos distantes es el cruce que la obra propone entre aquello que el cine tiene para ofrecer y la mirada de los fenómenos propios que interesan a la ciencia política.
Los dieciocho artículos que dan forma al conjunto coral de la obra han sido concebidos para explorar, desde las tramas cinematográficas, los fenómenos que interesan como disciplina a la ciencia política, pero desde una propuesta alternativa y diferente de los libros de texto o de los ensayos especializados. La propuesta va entonces dirigida tanto hacia el cinéfilo como al estudioso de la política.
Los textos en cuestión se agrupan en tres grandes apartados que responden a pilares del análisis político. La secuencia que guía los apartados tiene al poder como el primer asunto, con un segundo pilar que nuclea distintas perspectivas de la construcción de lo político, considerando como parte de ello el Estado, la nación y los mecanismos de articulación de la participación y representación política. Por último, el tercer grupo se aboca al análisis de las dinámicas que niegan el reconocimiento de derechos ciudadanos y cercenan libertades básicas, mediante la articulación de autoritarismos y totalitarismos.
En síntesis, los temas abordados en esta obra ofrecen al lector una perspectiva inédita de las cuestiones que giran y dan forma a lo político, desde el fenómeno que ha sido considerado por la crítica especializada como el arte del siglo XX.
Puedes descargar La política va al cine aquí: http://repositorio.up.edu.pe/