Más allá de las diferencias económicas, los peruanos de hogares pobres y ricos también se distinguen por los valores que los guían, siendo estos influenciados por el contexto en el que viven. Sin embargo, existen valores que son comunes para ambos grupos. En el libro Los números de los valores en dos Perúes, un equipo multidisciplinario de investigadores exploran este tema y plantean cómo se relacionan los valores con la felicidad.
Si usted alguna vez escuchó que en el Perú “se han perdido los valores” y que ese sería uno de los grandes problemas del país, cuando lea la presente investigación tendrá otro panorama. Esa hipotética situación no ha ocurrido, al menos no de la manera en que se cree. Aquella afirmación se refiere a los valores éticos, pero los valores están presentes en toda la vida y no solo en la dimensión ética. Por tanto, los peruanos no han dejado de lado los valores, sino que prefieren algunos de ellos, dependiendo de la clase socioeconómica a la que pertenezcan, y alrededor de esos valores buscan alcanzar la felicidad.
Los investigadores Enrique Vásquez, Franklin Ibáñez, Pedro Mateu y Javier Zúñiga exploran este tema en Los números de los valores en dos Perúes, publicado por el Fondo Editorial de la Universidad del Pacífico. Esta nueva entrega es la continuación de Los números de la felicidad en dos Perúes, donde se despliega un acercamiento inicial para medir qué tan felices son los peruanos más pobres y ricos del país.
Dado que la felicidad se asocia a distintos factores, luego de observar las condiciones de vida y características tangibles de los jefes de hogar pobres y ricos en aquel primer volumen, ahora los autores –sobre la base de esos hallazgos– se enfocan en aquellas características subjetivas y difícilmente observables: los valores. Para ello, toman como muestra los cinco distritos más pobres (Curgos, Condormarca, José Sabogal, Chetilla y Huaso) y los cinco distritos más ricos del Perú (San Isidro, Pacocha, Miraflores, San Borja y Wánchaq) según el Mapa de Pobreza Distrital del 2013 del INEI.
Los autores parten de la teoría de los diez valores universales de Shalom H. Schwartz, que a su vez son agrupados en cuatro cuadrantes: el primero es la apertura al cambio, que reúne los valores de autodeterminación, estimulación y parcialmente el hedonismo; el segundo corresponde a la autotrascendencia e incluye el universalismo y la benevolencia; el tercero, denominado conservación, está vinculado a la obediencia, tradición y seguridad; y, finalmente, el cuarto cuadrante pertenece a la automejora, que se asocia al poder, logro y parcialmente el hedonismo.
De acuerdo con el libro, «la teoría de valores ofrece una visión simple y completa para entender qué motiva al actuar humano». A partir de esta clasificación, Vásquez, Ibáñez, Mateu y Zúñiga se plantean dos interrogantes: ¿cuáles son los valores que distinguen al Perú rico y pobre?, ¿ambos otorgan importancia a los mismos valores o, por el contrario, prefieren valores opuestos?
Valores que diferencian y acercan a los dos Perúes
Para los jefes de hogar pobres, el cuadrante de conservación es el de más importancia; es decir, prefieren aquellos valores que apuntan a mantener vigentes las prácticas y expresiones culturales, así como a la protección del bienestar familiar. Según los autores, esto se explica por la influencia del medio en que se desenvuelven.
De otro lado, en el Perú rico, los jefes de hogar brindan mayor relevancia al cuadrante de la autotrascendencia. La investigación plantea que, al disponer de la seguridad del dinero para el presente y futuro, ellos “pueden haber adoptado estos propósitos para su vida debido a que buscarían darle una trascendencia”.
¿Y qué conjunto de valores une al Perú rico y pobre? En el libro se concluye que ambos jefes de hogar brindan similar importancia a los valores de hedonismo y logro, a la vez que otorgan poco valor a la estimulación. Otra similitud se relaciona con la relevancia que le dan al trabajo, aunque lo hacen de distintas maneras. Entre los pobres aparece como un deseo de seguridad, lo cual se vincula con la situación económica familiar, y entre los ricos se conecta con los logros y el reconocimiento. Por lo tanto, el primer caso se asocia con el cuadrante de conservación y el segundo, con el de automejora.
El libro profundiza las razones de la elección por determinados cuadrantes y detalla cómo los valores que los conforman son practicados en la realidad de los peruanos ricos y pobres. Para ello, los investigadores presentan datos y ejemplos, así como los hallazgos referentes al tema de reconocidos autores internacionales.
¿Cómo se vincula la felicidad con los valores?
Según la publicación, en el debate académico, algunos estudiosos afirman que existen valores que «promueven la satisfacción de necesidades y otros que tienen el efecto contrario y limitan el desarrollo de las personas». Vale aclarar que este texto no propone ni suscribe que existan valores mejores que otros.
Para explicar el vínculo entre los valores y la felicidad, se detallan 4 teorías que pueden ser determinantes: la cadena causal; la congruencia de valores y felicidad; el enfoque de valores y las necesidades humanas, y la clasificación de valores saludables y no saludables.
Si bien el libro explica los diferentes valores que son practicados en los dos Perúes, también destaca aquellos que acercan a ambos con el fin de identificar e incentivar lo que nos une como nación. Los autores de la publicación concluyen que reconocer estos factores ayudará a construir un presente y un futuro más favorables para todos sin distinción, un punto de partida para elaborar políticas públicas que permitan el desarrollo del país.
—
Adquiere aquí el ebook Los números de los valores en dos Perúes