“Destino Machu Picchu. La política del turismo en el Perú del siglo XX”, libro de Mark Rice que recorre los aspectos más importantes de la construcción de un símbolo nacional y su imagen a nivel mundial, fue presentado en la 26 Feria Internacional del Libro de Lima (FIL Lima 2022). Se contó con los comentarios de Natalia Majluf y Fernando Armas, y la conducción de Norma Martínez.
—
La imagen de Machu Picchu se ha convertido, a través del tiempo, en un emblema nacional e internacional que representa parte de la tradición histórica del Perú. El libro Destino Machu Picchu. La política del turismo en el Perú del siglo XX, escrito por Mark Rice y editado por el Fondo Editorial de la Universidad del Pacífico, analiza el ascenso de Machu Picchu a símbolo nacional; es decir, cuáles fueron los puntos de partida, los factores que contribuyeron a su crecimiento y su relación con la revalorización de la identidad.
Durante la presentación en la Feria Internacional del Libro de Lima (FIL Lima 2022), Natalia Majluf, historiadora del arte e investigadora, resaltó cómo el autor descentraliza la figura de Hiram Bingham para dar paso a otras poco conocidas, pero no menos importante en la historia.
«Rice saca rápida y hábilmente de escena a Bingham para revelar una historia que hasta el momento nadie ha contado. Gracias a una investigación minuciosa de archivos, nos enteramos del relativo olvido en el que cayó el sitio arqueológico a los pocos años del redescubrimiento, para luego ir viendo cómo la fama turística de Machu Picchu se fue construyendo gradualmente».
El libro recorre todo el siglo XX para entender el papel de Machu Picchu en la sociedad peruana de dicha época. Fernando Armas, historiador y profesor de la Universidad del Pacífico, remarcó que el mundo del turismo ha atraído las miradas internacionales hacia Machu Picchu como punto de destino; sin embargo, dentro del país los peruanos no gozan necesariamente del sitio arqueológico.
«Allí hay una contradicción evidente de un destino como Machu Picchu. Finalmente, el turismo en Cusco se construyó como un referente con muchas contradicciones y esto es lo que Mark Rice aborda en su libro. Plantea cómo de alguna manera se ha creado este icono tan complejo», expresó Armas en dicho evento.
De esta manera, se explica el rol fundamental del turismo desde un punto de vista económico y cultural. Para Natalia Majluf, la promoción del lugar activa una economía local y global, y esto, a su vez, se enlaza con pactos políticos internacionales. «Es interesante ver cómo, según el análisis de Rice, se van tejiendo alianzas entre esos circuitos, espacios y poderes diversos muchas veces sin que en ello medie el Estado».
La investigación que realiza Rice permite encontrar cruciales coincidencias entre tradiciones regionales y la industria turística, lo que da como resultado la historia moderna de Machu Picchu que ahora se conoce.
El papel de las élites cusqueñas
En el libro se muestra el rol que jugaron las élites cusqueñas en alianza con actores nacionales e internacionales en el éxito turístico e icónico de Machu Picchu. Para Fernando Armas, la acción de las élites cusqueñas tiene diferentes lecturas de acuerdo con el periodo histórico que se enfoque. Mencionó que, entre 1930 y 1940, recién se toma en cuenta la importancia de Machu Picchu y su papel dentro del turismo.
«En la década de 1950 y 1960, se ata con la idea de ver en el turismo una alternativa a las actividades económicas en decadencia en la región. Hay un gran debate en esos años al respecto, hasta la casi desaparición de esa élite con la aparición de la reforma agraria desde 1970», detalló Armas.
El historiador agregó que las élites cusqueñas mantuvieron intereses transnacionales por la importancia del sitio arqueológico y la recepción del flujo de turistas que se dio durante el siglo XX en América, Sudamérica, los Andes, entre otros destinos.
La construcción de un símbolo nacional
Hablar de Machu Picchu es recordar la revalorización de la identidad peruana. De acuerdo con el autor del libro, esto va en contra de la narrativa establecida acerca de la incapacidad del Estado; sin embargo, debido al desarrollo y la unión de fuerzas culturales y económicas, se creó uno de los símbolos nacionales más reconocidos en el mundo.
Majluf destacó la posibilidad de convergencia entre la relación del pasado precolombino y la idea del indígena, y a su vez la relación de lo indígena con el folclore que se construye desde el Cusco. Asimismo, reiteró que estos elementos coinciden en el discurso, pero otras veces toman caminos diferenciados.
«Como escribe el autor y cito: “a medida que la industria del turismo iba promoviendo Machu Picchu como lugar de interés internacional, el Estado central se halló más dispuesto a optar como símbolos nacionales a los incas y a otros signos andinos”», comentó Majluf.
Armas coincidió con esta idea y mencionó que, si bien el santuario ha generado la figura de orgullo nacional, también existen contradicciones a nivel patrimonial y de conservación en la región del Cusco. Pese a esto, el libro ayuda a entender el desarrollo de la actividad turística durante el siglo XX en el Perú.
A través de esta lectura, Rice busca presentar una nueva perspectiva sobre la historia del turismo y el nacionalismo, y cómo Machu Picchu se convirtió en uno de los lugares más importantes en el mundo. Su historia va más allá del momento en que se descubrió.
