Los números de los valores en dos Perúes investiga qué valores prefieren los jefes de hogares pobres y ricos, y cómo se relacionan estos con la felicidad. Los autores y reconocidos investigadores como Joanna Kámiche, David Sulmont y Hever Krüger dieron sus puntos de vista y lecturas en la presentación del libro.
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En el Perú se ha sobreestimado a los valores en su sentido ético, especialmente en ámbitos educativos donde se defiende la necesidad de educar en valores morales como la justicia, la honestidad, el respeto, entre otros. Sin embargo, el concepto de valores tiene un sentido más general. Los números de los valores en dos Perúes plantea una aproximación distinta, más cercana a la comprensión de las ciencias sociales que a la ética, mencionó Franklin Ibáñez, uno de los autores.
No todos practican los mismos valores. Existe una elección por algunos de ellos, de acuerdo con el contexto en el que viven las personas. En esta publicación, un equipo multidisciplinario —conformado por Enrique Vásquez, Franklin Ibáñez, Pedro Mateu y Javier Zúñiga— se enfoca en los peruanos de los hogares más pobres y más ricos del país para explorar la felicidad y los valores en los dos extremos del Perú, y tratar de encontrar similitudes y diferencias.
En el Perú pobre, los jefes de hogar brindan mayor importancia a la obediencia, la tradición y la seguridad, mientras que en el Perú rico los valores con más relevancia son el universalismo y la benevolencia. Para Javier Zúñiga, otro de los autores, “es natural que los hogares pobres prioricen esos valores de conservación, pues promueven el orden dentro de su realidad”. De otro lado, también explicó que, al tener cubiertas las necesidades básicas, los hogares ricos buscan la felicidad más allá de la riqueza monetaria acumulada.
No obstante, en determinadas ocasiones, estos valores pueden entrar en conflicto. Por ejemplo, si una comunidad ve amenazada su propiedad por la presencia de una gran empresa extractiva, ¿cómo reaccionarían los miembros de dicha comunidad? Joanna Kámiche, directora del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, refirió que, en ese caso, al no tener seguridad, no les queda otra opción que desobedecer. “Por lo tanto, hay una contradicción. Los valores están allí, pero las circunstancias pueden generan un problema en las personas, al tener que elegir por uno de ellos”, sostuvo.
Asimismo, la investigación puede derribar ciertos prejuicios en la sociedad. Es común pensar que las personas más adineradas del país no se preocupan por sus compatriotas más pobres; sin embargo, esto no ocurre así según los hallazgos descritos en el libro. Ellos prefieren valores como el universalismo y la benevolencia, que incluye en su filosofía la ayuda social y la filantropía, lo que demuestra un interés por las necesidades de los demás, como manifestó Kámiche en su participación en el evento.
Si un libro busca trascender, también debe motivar interrogantes y reflexiones. Tras la lectura de Los números de los valores en dos Perúes, David Sulmont ―docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú― se preguntó: “¿Cuáles son las tensiones que los cambios sociales provocan en los valores y cómo las personas se pueden adaptar?”. Pueden presentarse dos tipos de respuestas: o la gente se adapta creando maneras de lograr sus objetivos o practican conductas no regidas por normas socialmente compartidas, ensayó Sulmont.
De acuerdo con Hever Krüger, docente de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, estos tipos de temas son investigados desde un punto de vista cualitativo, pero en esta publicación son abordados desde un enfoque cuantitativo, lo cual representa un gran aporte para la academia, estudiantes y público en general.
En otros estudios donde se abordan cuestiones subjetivas, como la relación entre valores y felicidad, la medición suele partir de una sola pregunta. Pedro Mateu, otro de lo autores, aclaró que junto a sus 3 colegas no estaban de acuerdo con esta premisa. “Por eso, hemos tratado de encontrar instrumentos apropiados que han tenido aplicaciones en distintas partes del mundo y que estén más asociadas a técnicas psicométricas”, indicó Mateu, quien agregó que espera posteriores mediciones longitudinales de estas cuestiones y que se analicen año tras año.
En el transcurso de la investigación, los autores realizaron trabajo de campo y encontraron personas que, pese a vivir en una situación de pobreza, eran muy felices, detalló Enrique Vásquez, el coordinador de este proyecto. Agregó que el apoyo de un grupo de jóvenes fue importante para cumplir con los objetivos planteados en cada una de las etapas de la investigación.
La lectura de Los números de los valores en dos Perúes ayuda a entender cómo estamos como país. Reconocer las diferencias y similitudes de los valores practicados por las personas permite conocer más sobre nuestra sociedad y contribuye a pensar en mejores políticas públicas, concluyó Kámiche.